En su capítulo la sociedad unidimensional, encontramos que Marcuse ve a la sociedad industrial como un mecanismo de dominación, en el que a las personas, no son sino mas que medios, por los cuales los interés individuales de las elites, se manifiestan en ausencia de la oposición intelectual de los individuos poco o nada preparados, para tomar la rienda sus propias vidas, tomando a la sociedad no como entes individuales sino como masas, inertes, controlables y explotables.
En la que la ausencia de libertad, es característica general de las civilizaciones industriales avanzadas, en la que la individualidad no tiene cabida en el proceso de mecanización, pues impera una supuesta libre competencia, entre sujetos desproporcionalmente económicamente provistos, de libertad de pensamiento, palabra y conciencia, estas esencialmente destinadas a reemplazar una cultura material e intelectual anticuada por otra más productiva y racional.
Es decir una sociedad que es capaz de satisfacer las necesidades de los individuos pos la forma en que esta organizada, privando de la independencia de pensamiento, autonomía y del derecho de oposición, función critica básica del pensamiento humano, quitando importancia a que la satisfacción de las necesidades sea efectuado por un sistema autoritario o no autoritario, bajo cuyas condiciones la inconformidad con el sistema autoritario parece incensario, o peor que representa una amenaza con el funcionamiento del conjunto social.
A pesar de ello la libertad de trabajar o morir de hambre significa inseguridad y miedo, pues el individuo está obligado socialmente a probarse, como un sujeto económicamente libre, siendo este uno de los mayores logros de la civilización moderna industrializada. Impidiendo al individuo liberarse de las necesidades extrañas que le impone el mundo del trabajo. Cuartando la libertad de autonomía sobre su propia vida. Púes gracias a su organización tecnología, la sociedad industrial contemporánea tiende a ser totalitaria, impidiendo el surgimiento de una oposición efectiva contra el todo que controla.
Reafirmando su poder político por medio de su control sobre el proceso mecánico y la organización técnica de su aparato de control social, organizando, controlando y explotando la sociedad entera, por encima de cualquier interés individual o grupal. Reduciendo el poder físico de los trabajadores, por el poder de la maquinaria que sobre pasa le de cualquier grupo de individuos, pues el poder de la maquina es solo el poder del hombre almacenado y proyectado.
Por su parte el pensamiento individual es sofocado por la comunicación y el adoctrinamiento de masas, demostrando la fuerza de quien o quienes lo impiden, mediante la implantación de necesidades intelectuales que perpetuán formas anticuadas de existencia. Simplificando la necesidad de la posibilidad de hacer o dejar hacer, disfrutar o destruir, poseer o rechazar algo. Necesidades y pretensiones de satisfacción sujetas a pautas supuestamente superiores.
Haciendo distinciones entre necesidades verdaderas o falsas, las cuales nacen de interés particulares imponiéndose al individúo para su represión, necesidades que perpetuán el esfuerzo, la agresividad, la miseria y la injusticia, aceptadas por ignorancia y por derrotismo, de todos aquellos cuya miseria es el precio de su satisfacción. Reclamando solamente las necesidades vitales: alimento, vestido y habitación según el nivel de cultura que el ínvido alcance. Ya que parafraseando a K. Marx... de cada quien su necesidad, como cada quien su capacidad… dejando en mano de cada individúo la opción de elegir cueles son sus necesidades verdaderas o falsas. Dependiendo la auto liberación de la toma de conciencia, truncada por la sofocación de la sociedad industrial.
El ideal de libertad se convierte entonces en un poderoso aliciente e instrumento de dominación abierto, permitiendo una supuesta apertura en la decisión que auto determina el grado de libertad humana, ofertando lo que se puede escoger y lo que es escogido; es decir limitando las opciones a solo las que funciones como instrumento de dominación represivo más fuerte.
El individuo encuentra su libertad en individualidad, solo en sus mercancías, hallando su alma su automóvil, en su aparato de alta fidelidad, en su casa o en su equipo de cocina. Individualidad y libertad, solo en el supuesto de haber podido elegir entre las múltiples y limitadas opciones, que se le ofrecen en el mercado, atándolo cada vez más a un proceso de desgaste emocional y físico, por poder cumplir con los mecanismos de control social incrustados en las necesidades creadas que se ha producido. Ignorando la negativa emocional de seguir la corriente, convirtiendo los pensamientos intelectuales en signos una neurosis enfermiza que no va acorde con el modelo de vida ideal creado para él.
La idea de libertad, es pues, solo una idea interior que designa un espacio privado en cual puede convertirse en sí mismo. Espacio cercenado e invadido por la realidad tecnología, que impide dejar la realidad creada, por la comunicación masiva, obstruyendo el viaje al interior, de reflexión e introspección personal. Convirtiendo en una falsa conciencia a todo a aquello que no, nos es dado por los medio y el medio que nos rodea.
La sociedad hace suya la tecnología y la ciencia organizándola para el cada vez más efectivo dominio del hombre y la naturaleza. Pacificando la existencia, desplegando una lucha del hombre con el hombre, precedida por el incremento del trabajo y el desarrollo de nuevas e insípidas necesidades humanas.
Me pregunto yo, ¿Quién elije el auto que compro?, ¿Quién elije la ropa que visto?, ¿Quién elije lo que como?, ¿Quién?... ¿Quién?...
En realidad ahora me doy cuenta que no soy yo, solo es una falsa creencia, el créeme libre; libre de elegir entre las opciones, en realidad solo soy guiado hacia donde les conviene, hacia donde el modelo neoliberal me permite, a endeudarme eternamente, por intentar satisfacer mis necesidades, que sin saber estoy convirtiendo en un privilegio, ignorando que son un de derecho, y una obligación del estado, proporcionarme el acceso a ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario